Coalición y el 150.2 de la Constitución Española

No quiero que piensen que tenía yo alguna esperanza en que CC se hiciera soberanista. Pero una vez que asumió al menos el nacionalismo que se les presuponía, imaginé que darían una publicidad vital, por extensión, al campo soberanista, al nacionalismo de verdad. Es como cuando un estilo musical coge fuerza a partir de un éxito comercial puntual, o cuando un deporte se hace más popular al volverse olímpico; después de ver el nacionalismo de verdad por los suelos en los noventa... Sustentado por unos pocos valientes tenidos por locos... Cualquier tren de promoción parecía bueno.

Es obvio que un partido gastado como CC, y un periódico retorcido como El Día dañan lo que tocan, haciendo a muchos aborrecernos como alternativa política sin conocernos directamente, pero al menos saben que estamos aquí. Que existimos. Que el CNI nos sigue de cerca (suena a paranoia pero es lo que hay), que estamos resurgiendo. A CC la sigue y seguirá votando y apoyando gente de un amplio espectro del nacionalismo canario, pero el empuje de sus juventudes y los nacionalistas de verdad que pueda haber en sus filas y entre sus votantes está perdiendo el tiempo invertido en una formación fuertemente cimentada en el interés como ideología.

Ahora CC deja claro donde están sus límites (justo donde estuvieron siempre): aceptando el 150.2 de la Constitución española está aceptando que no existe Canarias como Pueblo (con mayúsculas) porque hay Otro indisoluble e indivisible por encima, volviendo a la comodidad pedigüeña ultraperiférica que les une (y reunificará) a NC, CCN... Y toda la ristra de escisiones. El PNC, el cadáver ambulante que daba sustento ideológico a la manada, se rinde en pos de una unificación que renueve el campo derechista-regionalista canario ¡Si Cabrera Díaz levantara la cabeza...!

Me atrevo a apostar que en lo que queda de verano se van a producir los contactos necesarios para una reunificación preliminar, con Román Rodríguez haciéndose el remolón, pero por "buen" camino. Para cuando llegue la unificación, el descafeinado nacionalismo canario no habrá ganado nada... Pero el nacionalismo legítimo, el sostenible, el orgulloso legado de José Cabrera Díaz, de Secundino Delgado habrá ganado muchos puntos. Para entonces estaría bien que El Día y Cubillo

dejaran de "defender" nuestras tesis... Si ya no está Coalición en el sitio para encajar las consecuencias de lo que dicen los abuelitos, nos las vamos a comer nosotros solos y eso sí que no nos renta.

Canarias Independencia