Wednesday, June 17, 2009

¿Psicología inversa?... La prepotencia del PP canario

"No salgo de mi asombro", que diría alguno, al leer que una tal María Australia Navarro (perdonen mi ignorancia) por lo visto presidenta del PP en GRAN Canaria (nótese la capitalización deliberada de la primera palabra completa), está metiéndose donde no le llaman para pedir, de manera bastante mangui, a los de Nueva Canarias que vuelvan al redil de Coalición.

Desde NC interpretan que el PP está al servicio de "ATI" y que por eso se mete en donde no debería, pero aquí hay algo raro. Es como cuando un peninsular viene a hablarme a mí de pleito insular; como cuando alguien que no pinta nada empieza a decirte lo que tienes que hacer con algún interés que no suele ser precisamente altruísta.

Verán, cuando los nacionalistas hablamos de nacionalistas, estamos hablando de nosotros, entre nosotros y por eso podemos permitirnos ciertos lujos. Es algo propio, y ya tradicional del nacionalismo canario, especular con las posibles escisiones y alianzas, cambios de rumbo y de siglas que marcan el entretenido y animado espectáculo político canario, al margen de las grises fuerzas sucursalistas que aburren con su obediencia a Ferraz o a Génova. Y si nos apetece hablar de quién traga esto o lo otro, queda entre nosotros...

Pero, ahora viene esta gente, que poco tiene que decir, y que en verdad saldría más perjudicada que beneficiada de una posible reunión nacionalista, a hablar... Y encima con esa chulería ¿No les estarán tomando por críos estos peperos?

Monday, June 15, 2009

Reírnos de nosotros mismos

Estaba leyendo una encuesta-estudio social curioso sobre qué usos daban los "españoles" a sus horas de internet, la conclusión era que, por lo general buscaban "información relacionada con los viajes, la música, los juegos y las relaciones sociales"

No creo que hayan caído muchos canarios en el estudio, porque habría salido un resultado más, el pasatiempo favorito de muchos canarios en internet: ponerse a parir a sí mismos, a su origen, a sus antepasados, a su historia, a sus instituciones, a su tierra, a su acento, a su idiosincracia... Sin un fin constructivo las más de las veces, sólo para echarse unas risas con el más bajo y simplón humor endofóbico. Qué divertido, qué risas, sobretodo cuando cuentas con la participación ineludible de algún resentido emigrante peninsular que nos recuerda lo salvajes que somos, lo mal que hablamos, y lo asilvestrados y primitivos que eran nuestros antepasados de los que tenemos que avergonzarnos. Y si pica algún defensor de la dignidad canaria mejor, porque humillarlo en grupo, como hienas, con chistes fáciles y rancios es todavía más divertido, si cabe. Si es que él mismo no se pone en evidencia desde un principio que esa es otra, a veces parece adrede.

Qué bien nos lo pasamos imitando la segunda persona de plural con la misma soltura con la que un chimpancé tira dardos a una diana, mezclando formas verbales de manera incomprensible y cacofónica sólo porque pensamos (erróneamente) que el tratamiento de cortesía tiene menos nivel que el coloquial, porque como es nuestra, maga, la cortesía no debe valer mucho ¿no?

A lo mejor me dirán que tenemos que reírnos de nosotros mismos, pero con el humor de más baja calidad y con la falta total de tacto y respeto, reírse de uno mismo tampoco está bien... Si pasa por el desprecio a esta gente y a esta tierra (o a otra gente y a otra tierra), que no cuenten conmigo.