Estaba leyendo una encuesta-estudio social curioso sobre qué usos daban los "españoles" a sus horas de internet, la conclusión era que, por lo general buscaban "información relacionada con los viajes, la música, los juegos y las relaciones sociales"
No creo que hayan caído muchos canarios en el estudio, porque habría salido un resultado más, el pasatiempo favorito de muchos canarios en internet: ponerse a parir a sí mismos, a su origen, a sus antepasados, a su historia, a sus instituciones, a su tierra, a su acento, a su idiosincracia... Sin un fin constructivo las más de las veces, sólo para echarse unas risas con el más bajo y simplón humor endofóbico. Qué divertido, qué risas, sobretodo cuando cuentas con la participación ineludible de algún resentido emigrante peninsular que nos recuerda lo salvajes que somos, lo mal que hablamos, y lo asilvestrados y primitivos que eran nuestros antepasados de los que tenemos que avergonzarnos. Y si pica algún defensor de la dignidad canaria mejor, porque humillarlo en grupo, como hienas, con chistes fáciles y rancios es todavía más divertido, si cabe. Si es que él mismo no se pone en evidencia desde un principio que esa es otra, a veces parece adrede.
Qué bien nos lo pasamos imitando la segunda persona de plural con la misma soltura con la que un chimpancé tira dardos a una diana, mezclando formas verbales de manera incomprensible y cacofónica sólo porque pensamos (erróneamente) que el tratamiento de cortesía tiene menos nivel que el coloquial, porque como es nuestra, maga, la cortesía no debe valer mucho ¿no?
A lo mejor me dirán que tenemos que reírnos de nosotros mismos, pero con el humor de más baja calidad y con la falta total de tacto y respeto, reírse de uno mismo tampoco está bien... Si pasa por el desprecio a esta gente y a esta tierra (o a otra gente y a otra tierra), que no cuenten conmigo.
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